El Fósforo (P) es uno de los macronutrientes más importantes en la producción agrícola. Es esencial para la fotosíntesis, para la transferencia de energía y la síntesis y degradación de los carbohidratos. Sus funciones no pueden ser ejecutadas por ningún otro nutriente, por lo que es muy importante que lo tengas en cuenta a la hora de pensar en tus cultivos.

Por eso, hoy vamos a hablar de este nutriente tan importante. Abordaremos los motivos de su importancia, la función que tiene en los cultivos y te enseñaremos a identificar las consecuencias de su déficit y de su exceso.

Además, hablaremos de otras variables que tienes que tener en cuenta a la hora de aplicar tu fertilizante rico en Fósforo y te contaremos cuáles son los fertilizantes Fosfatados que puedes encontrar en DFGRUPO.

Coge lápiz y papel, que empezamos.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL FÓSFORO?

Como ya desarrollamos en el artículo del Potasio, los terrenos de cultivo necesitan una serie de nutrientes, minerales y elementos para rendir de la manera esperada.

Te aconsejamos que le eches un vistazo a nuestras recomendaciones sobre el Potasio para entender un poco más la importancia de este nutriente esencial y cómo su carencia afecta a los cultivos.

De igual manera y a modo de recordatorio, te contamos otra vez cuáles son los nutrientes básicos para los cultivos: el Nitrógeno, el Fósforo, el Azufre, el Calcio, el Hierro, el Magnesio y el Potasio. Del Potasio ya hablamos en otro artículo, por lo que este es el turno del Fósforo.

Al igual que ocurre con el Potasio, es importante que no olvides que no solo hay que pensar en estos nutrientes a la hora de elegir tus fertilizantes, sino que hay que tener en cuenta la proporción de elementos que estos contienen.

Y es que un exceso de Fósforo interfiere en la absorción de otros elementos como el hierro, el manganeso y el zinc. Es bastante habitual que los agricultores, para evitar carencias, fertilicen sus cultivos con Fósforo de manera inadecuada y excesiva, lo cual produce efectos negativos en las cosechas. Por eso, no olvides medir muy bien la cantidad justa que necesita tu cultivo para obtener los mejores resultados. Te recomendamos que, para hacerlo de manera correcta, consultes con un profesional experto en la materia. Esto te ahorrará disgustos posteriores.

Por otro lado, la carencia de Fósforo influye en el crecimiento de la planta, produciéndose retrasos en dicho crecimiento, especialmente en las raíces y las flores, así como una coloración oscura en las hojas más viejas.

Volveremos a abordar todo esto más adelante. Primero, veamos cuál es la función del Fósforo en los cultivos.

¿QUÉ ES EL FÓSFORO Y QUÉ FUNCIÓN TIENE EN LOS CULTIVOS?

Como ya hemos comentado antes, el Fósforo es un nutriente esencial para el crecimiento de las plantas. Tiene un papel muy importante en procesos metabólicos como la fotosíntesis, el transporte de otros nutrientes y de energía, en la síntesis y descomposición de glúcidos, en la síntesis de proteínas, y en la actividad de las diastasas.

COMPOSICIÓN DE LAS PLANTAS

Se trata de un nutriente primario, razón por la cual suele ser deficiente en la producción agrícola y los cultivos lo requieren en cantidades bastante altas.

El Fósforo, en definitiva, es un elemento esencial para el crecimiento de las plantas, ya que el desarrollo radicular se ve favorecido por una correcta aportación de este nutriente. Es de vital importancia sobre todo al principio del ciclo vegetativo.

El Fósforo se encuentra en la mayoría de los suelos, pero no toda la cantidad de Fósforo de estos está disponible para su aprovechamiento para las plantas.

Los tipos de compuestos de fósforo que suelen encontrarse en el suelo están principalmente determinados por el pH del suelo y por el tipo y la cantidad de los minerales de este. Por lo general, los compuestos minerales que forma el fósforo son compuestos de aluminio, hierro, manganeso y calcio.

En suelos ácidos el fósforo tiende a reaccionar con aluminio, hierro y manganeso, mientras que, en suelos alcalinos, la fijación dominante es con el calcio. El rango de pH óptimo para la disponibilidad máxima del fósforo es de 6.0-7.0.

En muchos suelos la descomposición de la materia orgánica y los residuos de cultivos contribuyen al fósforo disponible.

Sin embargo, y como ya hemos mencionado, la cantidad disponible de Fósforo en los suelos es muy baja. El motivo principal de este hecho es que el Fósforo es un elemento muy reactivo en el suelo, y rápidamente pasa a formas más complejas que dificultan su absorción por parte de las plantas. Por lo tanto, es necesario aplicar un fertilizante rico en fósforo en la mayoría de las ocasiones.

Con una adecuada aportación de Fósforo en nuestro cultivo tendremos:

  • Tallos con mayor resistencia a la rotura.
  • Un desarrollo radicular favorecido.
  • Aumento en la producción de flores y semillas.
  • Una producción de cosecha más temprana y uniforme.
  • Una mayor resistencia frente a enfermedades y plagas.

Como ves, es muy recomendable tener en mente este elemento para obtener rendimientos óptimos en tus cultivos.

Y si con esto no te hemos convencido, a continuación, vamos a ver algunas de las consecuencias del déficit del Fósforo en los cultivos.

DÉFICIT O CARENCIA DE FÓSFORO EN LOS CULTIVOS

Aunque ya hemos visto algunas de las consecuencias de la carencia de Fósforo en los cultivos, vamos a entrar de lleno en esta cuestión, ya que queremos que seas capaz de determinar estos déficits en tus plantas de un vistazo. ¡Vamos a ello!

El Fósforo actúa como factor de precocidad, por lo que uno de los síntomas más habituales de su carencia es el lento crecimiento de los cultivos. No obstante, veamos unos pocos más.

Algunos de los síntomas que presentan las plantas cuando no tienen fósforo suficiente son los siguientes:

  • Las plantas no desarrollan sus raíces
  • Presentan un crecimiento lento e insuficiente, retrasando la maduración permaneciendo verdes.
  • Sus hojas son escasas.
  • Enrollamiento de las hojas.
  • El crecimiento de la parte aérea es más afectado.
  • Las flores crecen de manera lenta
  • Fecundación defectuosa y retraso en la maduración del fruto
  • Hojas verdes oscuras azuladas, moradas y parduscas a partir de la punta (a menudo también en los tallos). Llegando en situaciones extremas a la Necrosis, muerte del tejido. No siendo recuperable en ese estado.
  • Los frutos pueden ser deformados, los granos pobremente rellenos.

¿Y QUÉ HAY DEL EXCESO DE FÓSFORO?

Es difícil que un cultivo presente síntomas por exceso de Fósforo, pero no imposible.

El exceso de Fósforo interviene en gran parte en la capacidad de absorción de la planta de otros nutrientes como pueden ser el hierro, el calcio y el zinc.

Es bastante habitual que algunos agricultores, para evitar las carencias de Fósforo, fertilicen en exceso sin tener en cuenta que su suelo sí puede tener el Fósforo disponible que sus cultivos necesitan. No nos cansamos de repetirte que cuentes siempre con ayuda profesional para tener en cuenta todas las variables posibles que puedan intervenir en la producción de tu cosecha.

NO TODO ES CULPA DE LA CANTIDAD DE FÓSFORO

Puede que estés utilizando los fertilizantes adecuados y no veas resultados. En esto también tiene que ver la manera en que apliques estos fertilizantes, así como otras variantes. Vamos a ver algunas de las cosas que tienes que tener en cuenta a la hora de aplicar el Fósforo:

  • Las temperaturas de la zona de cultivo. Y es que por debajo de los 13º empiezan a darse problemas de asimilación
  • Tipo de riego. El Fósforo es asimilado mejor por las plantas en compañía de agua.
  • La textura del suelo. Cuanto más arenosa, menos asimilación, ya que el agua permanece menos en la tierra. Por el contrario, cuanto más arcillosa sea la tierra, tendremos más aniones y una mejor fijación en el suelo.
  • El drenaje del suelo. Este facilita la absorción, ya que los suelos más compactos hay menor oxigenación. Se dan casos en las que encontramos una capa de tierra más solida bajo la capa del suelo de cultivo, y esto determina la asimilación de los nutrientes.
  • La dosis de fósforo se debe calcular teniendo en cuenta el suelo que tenemos y los resultados que queramos obtener, así como el tipo de cultivo del que se trate.
  • Técnica de aplicación. Es otro aspecto técnico para considerar, ya que la mayor parte del fósforo es absorbido por la planta mediante difusión, es decir, a través de un gradiente de concentración, por lo que la cercanía del fósforo con las raíces será crucial para su absorción. Es recomendable aplicar los fertilizantes fosfóricos lo más cercano a la semilla o zona de raíces, intentando impedir el fenómeno de fijación.

¿QUÉ FERTILIZANTE FOSFATADO DEBO ELEGIR?

Antes que nada, tienes que tener en cuenta todas las variables anteriormente mencionadas: el tipo de suelo, la textura de este, su drenaje, la dosis y la técnica de aplicación. Como arma importante en periodos bianuales es muy recomendable la realización de análisis del suelo, muy útil para lograr saber cuánto de un nutriente del suelo será disponible para las plantas, y cuánto debería ser adicionalmente aplicado en la forma de fertilizante mineral para obtener un rendimiento de cultivo esperado. Cuanto mayor sea el nivel de los nutrientes en el análisis de suelo, menor es la cantidad necesaria de fertilizantes. Aún a niveles altos probados, algunos nutrientes deberían provenir de los fertilizantes a fin de mantener la fertilidad del suelo y la productividad.

Es muy difícil dilucidar cuál es el mejor fertilizante para tu cultivo, incluso teniendo en cuenta las variables anteriores, por lo que te recomendamos que contactes con alguno de nuestros profesionales cualificados. Ellos tendrán en cuenta las características particulares de tu caso en concreto y te darán las recomendaciones que mejor se adapten a tus necesidades y las de tu cultivo.

De todas formas, puedes ir echándole un ojo a nuestro catálogo de convencionales. Para facilitarte la tarea, te exponemos a continuación nuestra relación de fertilizantes fosfatados.

Estos son nuestros superfosfatos y fosfatos binarios y sus características:

Fosfato Diamónico (DAP)

    • DAP 18-46-0
    • 18%N+46%PO2O5
  • ABONO CE
    • Abono NP 18-46-0
  • COMPOSICIÓN QUÍMICA
    • 18,0 % Nitrógeno (N) total
    • 18,0 % Nitrógeno (N) amoniacal
    • 46,0 % Pentóxido de fósforo (P2O5) soluble en citrato amónico neutro y en agua
    • 41,5 % Pentóxido de fósforo (P2O5) soluble en agua.
  • PROPIEDADES FÍSICAS
    • Densidad aparente: 0,95 t/m3
    • Análisis granulometría: 90 % entre 2,0 mm y 5,0 mm
    • pH: 5,0 (disolución en agua 1:10, 20 ºC)
    • Contenido en H2O: Máx. 1,8 %

Map Fosfato Monoamónico 11-52-0

  • ABONO CE
    • Abono NP 11-52
  • COMPOSICIÓN QUÍMICA
    • 11 % Nitrógeno (N) total:
    • 11 % de Nitrógeno (N) en forma amoniacal
    • 52 % de Pentóxido de fósforo (P2O5) soluble en citrato amónico neutro y en agua
    • 50 % de Pentóxido de fósforo (P2O5) soluble en agua
  • CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
    • Granulometría: 95 % entre 1,0 mm y 4,00 mm

NP 12-27-0

  • ABONO CE NP 12-27-0 (24)(2)
  • COMPOSICION QUIMICA
    • NITROGENO TOTAL 12%
      • NITROGENO AMONIACAL 12%
    • PENTOXIDO DE FOSFORO P2O5 TOTAL  27%
      • PENTOXIDO DE FOSFORO P2O5 SOLUBLE EN AGUA 20%
      • PENTOXIDO DE FOSFORO P2O5 SOLUBLE EN CITRATO AMONICO NEUTRO Y AGUA  27%
    • TRIOXIDO DE AZUFRE SO3   24%
    • TRIOXIDO DE AZUFRE SO3 SOLUBLE EN AGUA 20%
    • OXIDO DE MAGNESIO MgO TOTAL 2%
    • OXIDO DE MAGNESIO MgO SOLUBLE EN AGUA 2%

Superfosfato De Cal 18 %

  • Superfosfato simple 18 % P2O5, GRANULADO
  • ABONO CE
  • COMPOSICIÓN QUÍMICA
    • Pentóxido de fósforo (P2O5) soluble en citrato amónico y en agua 18 %
    • Pentóxido de fósforo (P2O5) soluble en agua 17 %

Superfosfato 45 %

  • TSP GRANULADO 45 %
    • Abono fosfatado, Superfosfato triple P 45 %
  • ABONO CE
  • COMPOSICIÓN QUÍMICA
    • Pentóxido de fósforo (P2O5) total 45 %
    • Pentóxido de fósforo (P2O5) soluble en citrato amónico neutro y en agua 45 %
    • Pentóxido de fósforo (P2O5) soluble en agua 42 %

Seguramente te estés preguntando cómo puedes saber qué fertilizante elegir.

Para resolver esta incógnita, lo mejor es contar con un profesional que pueda asesorarte, ya que también entran en juego variables como el tipo de cultivo. Por ejemplo, no necesitarás el mismo tipo de fertilizante para un cultivo de tomates, que para uno de pepinos.

Otra cuestión de vital importancia en la que queremos incidir es en el uso responsable de los fertilizantes por cuestiones medio ambientales. Y es que, debemos evitar la eutrofización, es decir, la acumulación de los nutrientes lavados por escorrentía en las masas de agua que causan el crecimiento exponencial de algas y plancton, lo que hace que se agote rápido el oxígeno disponible, lo que termina afectando al ecosistema. Para evitarlo, lo mejor es recibir el consejo de aplicación más adecuado para ti por parte de profesionales cualificados.

Por todo esto, recuerda que estamos siempre a tu disposición para recomendarte los productos que se ajusten a tus necesidades y las expectativas de tu cultivo. No dudes en contactar con nosotros para obtener más información sin compromiso. ¡Estaremos encantados de hablar contigo!